martes, 29 de enero de 2013

El nivel de Ser



¿Quiénes somos?, ¿De dónde venimos?, ¿Para dónde vamos?, ¿Para qué vivimos?, ¿Por qué vivimos?...

Incuestionablemente el pobre "Animal Intelectual" equivocadamente llamado hombre, no sólo no sabe, sino además ni siquiera sabe que no sabe...

Lo peor de todo es la situación tan difícil y tan extraña en que nos encontramos, ignoramos el secreto de todas nuestras tragedias y sin embargo estamos convencidos de que lo sabemos todo...

Llévese un "Mamífero Racional", una persona de esas que en la vida presumen de influyentes, al centro del desierto del SAHARA, déjesele allí lejos de cualquier Oasis y obsérvese desde una nave aérea todo lo que sucede...

Los hechos hablaran por sí mismos; el "Humanoide Intelectual" aunque presuma de fuerte y se crea muy hombre, en el fondo resulta espantosamente débil...

El "Animal Racional" es tonto en un ciento por ciento; Piensa de sí mismo lo mejor; cree que puede desenvolverse maravillosamente mediante el KINDERGARTEN, Manuales de Urbanidad, Primarias, Secundarias, Bachillerato, Universidad, el buen prestigio del papá, etc., etc., etc.

Desafortunadamente, tras de tantas letras y buenos modales, títulos y dinero, bien sabemos que cualquier dolor de estómago nos entristece y que en el fondo continuamos siendo infelices y miserables...

Basta leer la Historia Universal para saber que somos los mismos bárbaros de antaño y que en vez de mejorar nos hemos vuelto peores...

Este siglo XX con toda su espectacularidad, guerras, prostitución, sodomía mundial, degeneración sexual, drogas, alcohol, crueldad exorbitante, perversidad extrema, monstruosidad, etc., etc., etc., es el espejo en que debemos miramos; no existe pues razón de peso como para jactarnos de haber llegado a una etapa superior de desarrollo...

Pensar que el tiempo significa progreso es absurdo, desgraciadamente los "ignorantes ilustrados" continúan embotellados en el "Dogma de la Evolución"...

En todas las páginas negras de la "Negra Historia" hallamos siempre las mismas horrorosas crueldades, ambiciones, guerras, etc.

Sin embargo nuestros contemporáneos "Súper-civilizados" están todavía convencidos de que eso de la Guerra es algo secundario, un accidente pasajero que nada tiene que ver con su tan cacareada "Civilización Moderna"

Ciertamente lo que importa es el modo de ser de cada persona; algunos sujetos serán borrachos, otros abstemios, aquellos honrados y estos otros sinvergüenzas; de todo hay en la vida...

La masa es la suma de los individuos; lo que es el individuo es la masa, es el Gobierno, etc.

La masa es pues la extensión del individuo; no es posible la transformación de las masas, de los pueblos, si el individuo, si cada persona, no se transforma...

Nadie puede negar que existen distintos niveles sociales; hay gentes de iglesia y de prostíbulo; de comercio y de campo, etc., etc., etc.

Así también existen distintos Niveles del Ser. Lo que internamente somos, espléndidos o mezquinos, generosos o tacaños, violentos o apacibles, castos o lujuriosos, atrae las diversas circunstancias de la vida...

Un lujurioso atraerá siempre escenas, dramas y hasta tragedias de lascivia en las que se verá metido...

Un borracho atraerá a los borrachos y se verá metido siempre en bares y cantinas, eso es obvio...

¿Qué atraerá el usurero, el egoísta? ¿Cuántos problemas, cárceles, desgracias?

Sin embargo la gente amargada, cansada de sufrir, tiene ganas de cambiar, voltear la página de su historia...

¡Pobres gentes! Quieren cambiar y no saben cómo; no conocen el procedimiento; están metidas en un callejón sin salida...

Lo que les sucedió ayer les sucede hoy y les sucederá mañana; repiten siempre loa mismos errores y no aprenden las lecciones de la vida ni a cañonazos.

Todas las cosas se repiten en su propia vida; dicen las mismas cosas, hacen las mismas cosas, lamentan las mismas cosas...

Esta repetición aburridora de dramas, comedias y tragedias, continuará mientras carguemos en nuestro interior los elementos indeseables de la Ira, Codicia, Lujuria, Envidia, Orgullo, Pereza, Gula, etc., etc., etc.

¿Cuál es nuestro nivel moral?, O mejor dijéramos: ¿Cuál es nuestro Nivel del Ser?

Mientras el Nivel del Ser no cambie radicalmente, continuará la repetición de todas nuestras miserias, escenas, desgracias e infortunios...

Todas las cosas, todas las circunstancias, que se suceden fuera de nosotros, en el escenario de este mundo, son exclusivamente el reflejo de lo que interiormente llevamos.

Con justa razón podemos aseverar solemnemente que lo "exterior es el reflejo de lo interior".

Cuando uno cambia interiormente y tal cambio es radical, lo exterior, las circunstancias, la vida, cambian también.

He estado observando por este tiempo, (Año 1974), un grupo de gentes que invadieron un terreno ajeno. Aquí en México tales gentes reciben el curioso calificativo de "PARACAIDISTAS".

Son vecinos de la colonia campestre Churubusco, están muy cerca a mi casa, motivo este por el cual he podido estudiarlos de cerca...

Ser pobres jamás puede ser delito, más lo grave no está en eso, sino en su Nivel de Ser...

Diariamente se pelean entre sí, se emborrachan, se insultan mutuamente, se convierten en asesinos de sus propios compañeros de infortunio, viven ciertamente en inmundas chozas dentro de las cuales en vez de amor reina el odio...

Muchas veces he pensado en que si cualquier sujeto de ésos, eliminara de su interior el odio, la ira, la lujuria, la embriaguez, la maledicencia, la crueldad, el egoísmo, la calumnia, la envidia, el amor propio, el orgullo, etc., etc., etc., gustaría a otras personas, se asociaría por simple Ley de Afinidades Psicológicas con gentes más refinadas, más espirituales; esas nuevas relaciones serían definitivas para un cambio económico y social...

Seria ese el sistema que le permitiría a tal sujeto, abandonar la "cochera", la "cloaca" inmunda...

Así pues, si realmente queremos un cambio radical, lo que primero debemos comprender es que cada uno de nosotros (ya sea blanco o negro, amarillo o cobrizo, ignorante o ilustrado, etc.), está en tal o cual "Nivel del Ser".

¿Cuál es nuestro Nivel de Ser? ¿Habéis vosotros reflexionado alguna vez sobre eso? No sería posible pasar a otro nivel si ignoramos el estado en que nos encontramos.
                                               Samael Aun Weor "Psicología Revolucionaria"

martes, 15 de enero de 2013

Concepto y Realidad



¿Quién o qué puede garantizar que el concepto y la realidad resulten absolutamente iguales?
El concepto es una cosa y la realidad es otra y existe tendencia a sobreestimar nuestros propios conceptos.
Realidad igual a concepto es algo casi imposible, sin embargo la mente hipnotizada por su propio concepto supone siempre que éste y realidad son iguales.
A un proceso psicológico cualquiera correctamente estructurado mediante una lógica exacta, se le opone otro diferente reciamente formado con lógica similar o superior, ¿entonces qué?
Dos mentes severamente disciplinadas dentro de férreas estructuras intelectuales discutiendo entre sí, polemizando, sobre tal o cuál realidad creen cada una en la exactitud de su propio concepto y en la falsedad del concepto ajeno, ¿mas cuál de ellas tiene la razón?, ¿quién podría honradamente de garentes en uno y o otro caso?, ¿en cuál de ellos, concepto y realidad resultan iguales?
Incuestionablemente cada cabeza es un mundo y en todos y en cada uno de nosotros existe una especie de dogmatismo pontificio y dictatorial que quiere hacernos creer en la igualdad absoluta de concepto y realidad.
Por muy fuertes que sean las estructuras de un razonamiento nada puede garantizar la igualdad absoluta de conceptos y realidad.
Quienes están auto-encerrados dentro de cualquier procedimiento logístico intelectual quieren hacer siempre coincidir la realidad de los fenómenos con los elaborados conceptos y esto no es más que el resultado de la alucinación razonativa.
Abrirse a lo nuevo es la difícil facilidad del clásico; desgraciadamente la gente quiere descubrir, ver en todo fenómeno natural sus propios prejuicios, conceptos, preconceptos, opiniones y teorías; nadie sabe ser receptivo, ver lo nuevo con mente limpia y espontánea.
Que los fenómenos le hablan al sabio sería lo indicado; desafortunadamente los sabios de estos tiempos no saben ver los fenómenos, sólo quieren ver en los mismos la confirmación de todos sus preconceptos.
Aunque parezca increíble los científicos modernos nada saben sobre los fenómenos naturales.
Cuando vemos en los fenómenos de la naturaleza exclusivamente nuestros propios conceptos, ciertamente no estamos viendo los fenómenos sino los conceptos.
Empero, alucinados los tontos científicos por su fascinante intelecto, creen en forma estúpida que cada uno de sus conceptos es absolutamente igual a tal o cual fenómeno observando, cuando la realidad es diferente.
No negamos que nuestras afirmaciones sean rechazadas por todo aquel que esté auto-encerrado por tal o cual procedimiento logístico; incuestionablemente la condición pontificia y dogmática del intelecto en modo alguno podría aceptar que a tal o cual concepto correctamente elaborado, no coincida exactamente con la realidad.
Tan pronto la mente, a través de los sentidos, observe tal o cual fenómeno, se apresura de inmediato a roturarla con tal o cual término cientifista que incuestionablemente sólo viene a servir como parche para tapar la propia ignorancia.
La mente no sabe realmente ser receptiva a lo nuevo, más si sabe inventar complicadísimos términos con los cuales pretende calificar en forma auto-engañosa lo que ciertamente ignora.
Hablando esta vez en sentido Socrático, diremos que la mente no solamente ignora, sino además ignora que ignora.
La mente moderna es terriblemente superficial, se ha especializado en inventar términos hechos dificilísimos para tapar su propia ignorancia.
Existen dos clases de ciencia: la primera no es más que ese podridero de teorías subjetivas que abundan por allí. La segunda es la ciencia pura de los grandes iluminados, la ciencia objetiva del Ser.
Indubitablemente no sería posible penetrar en el anfiteatro de la ciencia cósmica, si antes no hemos muerto en sí mismos.
Necesitamos desintegrar todos esos elementos indeseables que cargamos en nuestro interior, y que en su conjunto constituyen en sí mismo, el Yo de la Psicología.
En tanto la conciencia superlativa del ser continúe embotellada entre el mí mismo, entre mis propios conceptos y teorías subjetivas, resulta absolutamente imposible conocer directamente la cruda realidad de los fenómenos naturales en sí mismo.
La llave del laboratorio de la naturaleza, la tiene en su mano diestra el Ángel de la Muerte.
Muy poco podemos aprender del fenómeno del nacimiento, más de la muerte podremos aprender todo.
El templo inviolado de la ciencia pura se encuentra en el fondo de la negra sepultura. Si el germen no muere la planta no nace. Sólo con la muerte adviene lo nuevo.
Cuando el Ego muere, la conciencia despierta para ver la realidad de todos los fenómenos de la naturaleza tal cual son en sí mismos y por sí mismos.
La conciencia sabe lo que directamente experimenta por sí misma, el crudo realismo de la vida más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente. 
                                                     Samael Aun Weor "La Gran Rebelion"

martes, 8 de enero de 2013

Una vida mecánica

Lo primero que debemos entender es que somos seres mecánicos por naturaleza, tenemos una vida completamente mecánica: comemos todas los días a la misma hora, prendemos la radio siempre a la misma hora para escuchar un programa, nos bañamos apenas nos levantamos, etc, toda una rutina mecánica a la cual estamos apegados. 

Debemos saber que las enseñanzas de las culturas antiguas del mundo y de los grandes maestros nos hablan de un despertar, ese despertar esta referido a salir de esa vida mecánica en la cual estamos inmersos, la cual no nos permite ver la verdadera realidad de las cosas.

Lastimosamente, a muy pocas personas les interesa el mundo espiritual,y cuando digo esto no me refiero a una cuestión de creencias sino a un trabajo serio que nos condúsca directamente a este mundo. Las gentes solo viven en la lucha permanente en el día a dia buscando dinero y cosas para su propio beneficio, muy raras veces se ven actos de caridad, solidaridad, etc. Como si esto fuera poco, cuando se habla del mundo espiritual hay gentes que se ríen, se burlan y hasta algunas personas extremadamente materialistas que sienten un odio espantoso por esto.

Resulta indispensable darse cuenta del estado caótico en el cual estamos viviendo, debemos entender que vivir así no es algo normal, y que existe una salida para esto, que es la muerte del EGO. El EGO es el origen del sufrimiento humano, la ira, la codicia,la gula, etc. Solo con la muerte de esos elementos indeseables es posible salir de este estado en el que estamos.

Por lo cual, debemos reflexionar sobre esto, y darnos cuenta de que si queremos un cambio radical en nuestras vidas, debe haber un cambio en nuestro interior.

miércoles, 2 de enero de 2013

La civilización egipcia



Desde el punto de vista gnóstico, en el Egipto de los faraones se alcanzó un alto grande de arte, ciencia, filosofía y mística. Cada símbolo, geroglífico , estatua, etc, ofrece un tremendo significado esotérico que evidentemente escapa a todo tipo de interpretación intelectual.Todos estos significados ocultos nos conducen indubitablemente al camino de la liberación final.


 Conocieron los misterios de la vida y de la muerte, conocieron la astrología, eran grandes matemáticos y científicos. Muchos de estos conocimientos se les fueron entregados por las anteriores razas que poblaron nuestra humanidad, sobre todo la última, que fue la civilización atlante, de la cual los antiguos egipcios eran descendientes directos, según nos explica el V:M Samael Aun Weor.

En el Libro de los Muertos egipcio, se habla de la vida después de la muerte, pero cuando hablan de la muerte no solo hablan de la muerte física sino también de la muerte psicológica, ósea de los “demonios rojos del Seth” como se denominan en el mito de Osiris los diferentes yoes que cargamos (ira, lujuria, codicia, etc)
También se sabe que eran grandes alquimistas, esa ciencia que según se dice nos permite transmutar el plomo en oro. Esto si bien puede ser interpretado en forma literal, tiene también un significado simbólico, ya que en nuestro laboratorio interior, podemos transformar el plomo(el ego) en oro (el espíritu)
Una de las cosas que vemos habitualmente en los geroglificos egipcios es a ANUBIS, el Dios del karma, representado con cabeza de chacal o lobo y cuerpo de hombre, que simboliza la justicia divina, una ley que nos rige a todos sin excepción.
En la Esfinge, vemos representados los 4 elementos de la naturaleza: tierra, fuego, aire y agua. Si estudiamos este monumento de fondo, también contiene el camino para la liberación final

Esta tremenda civilización, al igual que todas las culturas antiguas del mundo, le dejo un tremendo legado a la humanidad, lamentablemente entendido por pocos.