Dentro de la enseñanza gnóstica tiene
una tremenda importancia el trabajo propuesto de eliminación de defectos .Tanto
los textos budistas e hinduistas como también las enseñanzas cristianas
esotéricas o sufíes nos hablan de esto
El motivo del sufrimiento humano es
producto de nuestros defectos. Por culpa
de ellos cada uno va sembrando en su vida el dolor, el sufrimiento, la miseria,
la enfermedad, sufrimos y aun hacemos sufrir al resto de las personas.
Es urgente entender que dentro de
nuestra psiquis viven muchas personas o
defectos que son los que piensan, sienten y actúan por nosotros.
En ese sentido nosotros somos esclavos
de estos defectos, así, un defecto nos hace reír, otro llorar, otro amar, otro
odiar, otro sentirnos superiores, otro sentirnos infelices, otro robar, otro
matar, etc.
Si queremos un cambio definitivo, es
necesario que ese cambio se produzca dentro de nosotros mismos. Si internamente
no nos quitamos nada, externamente la vida continuará con sus dificultades
La desintegración de nuestros defectos
(odios, miedos, lascivia, ignorancia, envidia, etc) es un trabajo continuo que
requiere nuestra mejor voluntad y el mayor de los esfuerzos. Solamente a través
de este trabajo se consigue la autentica felicidad.
Para comprender cualquier defecto de
tipo psicológico, debemos sincerarnos con nosotros mismos. Si nos encontramos
en una pelea, debemos comprender que existió un defecto psicológico en nosotros
que la hizo posible, y no justificarnos echándolo la culpa al otro, si somos
extremadamente glotones y vivimos comiendo, debeos comprender que es producto
de un defecto y no justificarnos diciendo que tenemos hambre (cuando tal vez no
la tenemos), etc., etc., y así ocurre con todos
los defectos, no debemos hacernos esas trampas de justificarnos siempre.
Para esto, es indispensable estar
siempre en recuerdo de si, tenemos que estar alerta de lo que esta ocurriendo
en nuestra propia psiquis, para lo que existe una practica llamada “clave de sol”
que consiste en dividir en tres partes nuestra atención : Sujeto, Objeto y
Lugar.
Sujeto: no olvidarnos de Sí Mismos,
auto-vigilarnos en cada segundo, en cada momento; esto implica el estado de
alerta, en relación con nuestros pensamientos, gestos, acciones, emociones,
hábitos, palabras, etc.
Objeto: minuciosa observación de todos
aquellos objetos o representaciones que por medio de los sentidos, llegan a la
mente. No debemos jamás identificarnos con las cosas, porque así es como cae
uno en la fascinación y el sueño de la Conciencia.
Lugar: observación diaria de nuestra
casa, de nuestra recámara, como si fuera algo nuevo. Preguntarnos diariamente a
sí mismos: ¿por qué he llegado yo aquí, a este lugar, a este mercado, a esta
oficina?, etc, etc
De esta, forma, manteniéndonos en este
estado de conciencia superior, podemos observar en nuestra propia psiquis la
manifestación de nuestros defectos para así poder comprenderlos.
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