viernes, 28 de septiembre de 2012

Ley de karma y dharma


La palabra karma significa  causa y efecto, acción y consecuencia. Es necesario entender que no existe causa sin efecto ni efecto sin causa Todos los actos  de nuestra vida, buenos o malo tienen sus consecuencias.

Evidentemente que el origen del karma que todos nosotros cargamos es nuestro propio ego, todos los errores que cometamos producto de el ego se pagan con dolor. Si no existieran dentro de nosotros mismos ese montón de agregados psíquicos que conforman el ego, no habría karma que pagar y el resultado seria la autentica felicidad.
Es bueno recordar que no solamente se paga Karma por el mal que se hace, sino por el bien que se deja de hacer pudiéndose hacer.

El karma se mide de existencia en existencia, la causa se da en una vida y la consecuencia(el pago) se da en otra posterior. Esto nos lleva evidentemente al concepto de rencarnación, que en realidad se llama Ley de retorno.
Si en nuestra pasada existencia robamos, ahora nos roban, si matamos, ahora nos matan, si perjudicamos a otro de alguna manera, de esa misma forma se nos perjudicara, etc.

Debemos saber que el karma es negociable, existe una frase que dice  “Al León de la Ley se le combate con la Balanza”
Si en un platillo de la balanza ponemos nuestras buenas obras y en la otra ponemos las malas, ambos platillos pesarán iguales o habrá algún desequilibrio. Si el platillo de las buenas acciones pesa más, la balanza se inclinara a nuestro favor; en cambio, si el platillo de las malas obras pesa más, debemos realizar buenas acciones para inclinar la balanza a nuestro favor y así pagar nuestro karma.
La mayoría de las personas que sufren, solo piensan en su propio dolor, nunca les interesa el sufrimiento ajeno, en este estado de egoísmo vive la gente.

Nunca debemos protestar contra el Karma, lo importante es saberlo negociar. Desgraciadamente la  gente lo único que hace es protestar, justificarse echándole la culpa a los demás, etc. Con estas protestas no se modifica el Karma, al contrario, se vuelve más duro y grave.

Cuando un Karma se encuentra totalmente desarrollado, tiene que llegar hasta el final inevitablemente. Esto significa que sólo se puede modificar radicalmente el Karma cuando el arrepentimiento es total y cuando toda posibilidad de repetir el error que lo produjo, ha desaparecido radicalmente.

También debemos saber que cuando hemos eliminado radicalmente un "yo psicológico", la posibilidad de caer en el erro que ese yo causaba se termina y en consecuencia, el Karma puede ser perdonado.

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